Al reunimos entre amigos recordamos y nos apoyamos de las experiencias pasadas.

Siempre he lamentado el hecho en que Guatemala no acostumbre a registrar su historia, permitiendo conocer a las nuevas generaciones los senderos andados, habitualmente llamando a “nuestros tiempos” como mejores y no, simplemente diferentes y del que tenemos obligación por compartir.

Al reunimos entre amigos recordamos y nos apoyamos de las experiencias pasadas: dificultades, logros, aventuras, personajes, lugares, sonidos así como sensaciones que nos hacen sonreír por lo vivido. Actualmente la comunicad LGBT plantea, dentro de la diversidad, su fortaleza de conocimiento y exigencia de derechos, lo que me obliga a revisar mi travesía. Siempre los millennials gozarán por conocer del recorrido que esta generación X e incluso Baby Boomers participamos del mundo gay (siglo pasado) que hoy comparto, mi experiencia dentro de esta maravillosa vida que me toco vivir.

Mi historia no es triste, no lamentaré incomprensión ni falta de espacios: viví y vivo pleno, recuerdo feliz cada paso dado, incluso en el mundo pequeño que crecí, como niño gay (aunque me gusta auto llamarme hueco), un ambiente muy tradicional de ideas preconcebidas y el boom del VIH. Aún así tuve la gracia de encontrarme, en la escuela, desde los 07 años dos niños que sentían igual que yo, descubriendo en camarería un mundo nuevo que no se presentaba afable a su descubrimiento, los primeros años diferentes (muy graciosos), llenos de aventuras particulares hasta llegar a la adolescencia y requerir de otras necesidades. Cada uno, con su propia identidad, nos abrimos camino por un universo, si bien hostil y precario en espacios o accesibilidad, que representaba además de un reto un objeto de deseo... niños que hasta hoy, son mis mejores amigos.

Esa vida empezó, en mi caso, con un espacio y famoso carné: “Diversiones Espectra” con el que conté desde el inicio, renovación anual hasta otorgada la indefinida, con el que accedía libremente, aunque en días especiales se hicie- ran colas al exterior. Era el lugar conocido popularmente como “Pandora's box” que se escuchaba en baja, insegura y morbosa voz, una barra y pista de baile rodeada de espejos y rincones con mesas, gradas a media pista que desde la planta superior daban acceso a un salón amueblado y a media luz con proyecciones, contando con un escenario sede del “Miss Gay” y plataforma de importantes nombres: Briggite, Charlotte, Margoth, Yury, Francia y luego Staecey, Kelly Joan B. o Debora W. quienes realizaron inolvidables in- terpretaciones.

Otro más “El Encuentro” mucho más céntrico y acogedor, para un café y espacio de presentaciones facilitaba la coincidencia y plática, con oferta de espectáculos y un certamen que solo una vez se dio. Sumado a los anteriores, “Le Caché” un sitio que conocí poco pero admiraba la creatividad e inventiva de sus propietarios, además de la convocatoria, en donde lograron una plataforma de madera bajar con poleas dentro de un “garaje” de casa para convertirlo en escenario de presentaciones y baile, el perfecto espacio underground para divertirse. A estos le antecedieron desconocidos por mi: Pierrot o Trafalgar, forman parte de mi inconsciente.

Otros lugares de reunión causal sin lugar a duda los saunas, de los que sin entrar a detalles nombraré: “El Trébol” (muy céntrico), “La Amistad” (muy concurrido) y “Marriot's” (menos tolerante). Dentro de la oferta también los cines: “Sexta Avenida”, “Doral” y “Variedades” contaban con espacios de interacción, al igual que los baños públicos de la Concha Acústica y espacios abiertos como el Parque Concordia (Enrique G. Carrillo) o puntos de encuentro el “Fu Lu Sho” & “Las Vegas” constituyen espacios representativos de nuestra cultura.

Los últimos 15 años ofrecen una presencia mayor, variadas visiones así como espacios privados, nombres como: Me- trópoli, La Mirage, Varsovia, El Arrecife, Big Ben, SO36, Club Five, Black & White, Genetic, Rouge, entre muchos otros, asi como acceso virtual a través de Cyber café's y plataformas cibernéticas para conocer, contactar e inter actuar, constituyen la realidad y transformación de nuestro cosmos.

Continuará...